sábado, 30 de enero de 2010

Camino propio

Desde que nos encontramos en la etapa de formación académica, aprendemos principios básicos de la enfermería, que en ocasiones se vuelven como una constante "imposible de romper", es decir, ajustarse a lo que nos enseñan. Cuando por fin licencia en mano nos egresamos orgullos de que nos digan "licenciados(as)" viene la etapa más difícil ganarse no académicamente sino profesionalmente ese título. Venir con ideas revolucionarias de lo último que se aprendió en un aula, mediante charlas y actividades grupales a la realidad de un sistema, operativo y con esquemas muy bien definidos a los que egresan, ser parte de un colectivo, hacer-sacar; no hay espacio para la retórica ni oratoria, sino para el sacar el trabajo de un salón, de un indicador de compromiso de gestión para el logro de una meta.

Ese camino que yo digo propio es lo que realmente se convierte en una pausa en nuestras vidas profesionales, quizás muchos dirán que el pensar fuera del trabajo no se paga, entonces no se hace, quiénes lo hacen sobresalen del colectivo. Por ejemplo pondré que el camino que nos abramos desde la etapa académica es importante, esto por cuanto en otros lugares quiénes se forman llevan la ventaja que ya están trabajando en el sistema y lo que buscan es alcanzar su autorrealización personal y sobretodo profesional, para esto no hay edad, sino interés, el querer es poder. Por eso traigo otro ejemplo del cuento de la liebre y la tortuga, la primera creía que por ser mejor ganaría, viendo por encima de los hombros a la tortuga de era débil, al final la historia es conocida, la tortuga gana por la confianza de la liebre. ¿Será que muchas veces nos ocurre eso?

Cada quién labra su propio camino y destino, en lo personal no deseo ser parte del colectivo, en cada uno(a) de ustedes está la decisión.

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